Trucha de Colorado escalfada al vacío

1. Revise los filetes de trucha para ver si tienen escamas o espinas pequeñas. 

2. Sazonar ligeramente con sal y pimienta. 

3. Coloque la trucha en la bolsa sous vide con la cáscara de limón y el eneldo. 

4. Agregue la bolsa al baño maría a 147 grados durante 20-30 minutos dependiendo del grosor. 

5. Saque la bolsa del baño y déjela reposar brevemente. Retire el pescado de la bolsa mientras aún esté tibio. Desmenúcelo con cuidado y sirva.

1. Precaliente el baño sous vide incorporado a 147 °F (o la temperatura deseada para obtener un huevo perfecto). Coloque los huevos en el baño sous vide y cocínelos durante aproximadamente una hora. Los huevos pueden permanecer en el baño hasta 3 horas como máximo. 
2. Casca los huevos uno a uno en un bol y pásalos con cuidado a otro bol con una cuchara, desechando el exceso de clara acuosa que queda en el primer bol. Sirve inmediatamente.
3. Otra opción es enfriar los huevos con cáscara. Enfríelos en agua helada o en agua corriente fría y resérvelos para usarlos más adelante. Los huevos se pueden conservar refrigerados hasta una semana y recalentarlos en un baño de sous vide a 140 grados durante 30 minutos antes de servirlos. 

Consejos :
A 147 grados se obtendrá un huevo escalfado con una clara muy blanda y una yema líquida. Si prefieres un huevo más duro y mejor cocinado, puedes experimentar aumentando algunos grados cada vez hasta que encuentres la temperatura perfecta para ti. 

1. Coloque la polenta en una olla grande con 1 taza de agua y bata hasta formar una mezcla homogénea. Bata la leche y una pizca grande de sal y ponga la olla a fuego medio-alto. Lleve a ebullición, luego baje el fuego a medio y cocine, batiendo con frecuencia y agregando más agua de a poco para evitar grumos y mantener la mezcla algo espesa. Espere agregar otras 2 ½ a 3 ½ tazas de agua antes de que la polenta esté lista. 
2. La polenta estará tierna en 15 a 30 minutos, según la molienda. Será espesa y cremosa, con un poco de granulosidad, y la mezcla se separará de los lados de la olla cuando la revuelvas. Para que la polenta sea suave, necesitas una consistencia tan espesa como la crema agria. Cuando la polenta esté lista, agrega el parmesano y la mantequilla, prueba y ajusta el condimento.